Un golpe duro para quienes apostaban por más diversidad en TV: Hulu anunció la cancelación de Jóvenes de Medio Siglo después de solo una temporada, a pesar del entusiasmo de la crítica, el respaldo de fans y las nominaciones a los Emmy.
La serie contaba la historia de tres amigos mayores —Bunny (Nathan Lane), Jerry (Matt Bomer) y Arthur (Nathan Lee Graham)— que viven juntos y navegan los desafíos del amor, la amistad y la vejez LGBTQ+. En su elenco también participaba Linda Lavin, quien falleció durante el rodaje, como la madre de Bunny.
Fue descrita como una comedia cálida, rica en matices y con un elenco que apostaba por visibilizar a personas queer mayores, una demografía que rara vez recibe protagonismo en la pantalla.
La reacción no se hizo esperar: fanáticos expresaron rabia, tristeza y frustración ante una decisión que muchos ven como un patrón repetido. “Era como un Golden Girls gay, algo que realmente necesitábamos en este momento”, comentó un usuario en X. Creadores como Max Mutchnick reconocieron públicamente el golpe:
“Ten great episodes… Not enough. But we loved making every single one of them. We’re gonna miss our very special show.”
Lo más alarmante no es solo la cancelación, sino que Jóvenes de Medio Siglo se suma a una larga lista de producciones LGBTQ+ que no sobreviven más allá de una temporada, aún cuando combinan calidad, respaldo mediático y comunidad dispuesta a sostenerlas. Esto plantea una pregunta: ¿las plataformas y redes siguen viendo a las historias queer como apuestas de bajo riesgo, destinadas a ser descartadas si no explotan rápido?

La cancelación de Jóvenes de Medio Siglo no es un “error lamentable” ni un tropiezo aislado: es una alerta de que la visibilidad queer, por más celebrada, está condicionada a estándares inestables. Si las plataformas no asumen el riesgo de mantener narrativas auténticas y diversas, seguiremos siendo espectadores de despedidas antes que de continuidades. Porque cuando el destino de nuestras historias depende —otra vez— de cuotas y ratings, estamos en desventaja.














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