Las aplicaciones como Grindr son espacios para conectar y conocer personas, pero también pueden ser terreno fértil para estafadores. Entre las más comunes están la “estafa del romance”, donde el delincuente se gana tu confianza con historias falsas (militares, médicos, empresarios) para luego pedirte dinero; la “del amante adinerado”, que promete grandes sumas a cambio de interacción o fotos íntimas; y la sextorsión, que amenaza con difundir tu contenido sexual si no pagas.
Otra modalidad son las estafas de inversión, que simulan negocios o criptomonedas para quedarse con tu dinero; o el “pagar antes de reunirse”, donde solicitan tarjetas de regalo o transferencias antes de un supuesto encuentro. También circulan trampas como los registros en “aplicaciones de seguridad” falsas, el robo de códigos de verificación por SMS, enlaces a sitios de terceros con malware y hasta perfiles que se hacen pasar por soporte oficial de Grindr.
Para protegerte, nunca envíes dinero ni compartas datos personales o íntimos con desconocidos, evita salir de la app hasta tener confianza, verifica códigos de país en números de contacto y desconfía de ofertas demasiado buenas para ser verdad. Ante cualquier sospecha, denuncia el perfil y corta la comunicación.
La seguridad en las apps depende tanto de sus filtros como de nuestras decisiones. Mantenerse alerta y conocer estas prácticas es clave para que las interacciones sean seguras, auténticas y libres de engaños.
Deja una respuesta