Acabamos de sumar otro término a la carpeta de dolores románticos : “haunting”. A diferencia del famoso ghosting —cuando alguien desaparece sin aviso— o el ghostlighting —cuando esa persona reaparece como si nada—, haunting describe un comportamiento donde el ex sigue presente en tu vida digital, aunque la relación ya terminó. Le da like a tus historias de Instagram, revisa tus TikToks, te observa sin interactuar… y se esconde detrás de la pantalla como fantasma inquietante.
Según la terapeuta queer Stella Ong, el fenómeno ocurre cuando alguien “no busca retomar la relación, pero aún así ronda tu vida”. Y el experto John Sovec añade que en su práctica ha observado que “es muy prevalente en las citas LGBT+”.
¿Por qué sucede? Los expertos señalan que parte de esta conducta es mantener el control sin compromiso. “Haunting es una manera de seguir sabiendo de la otra persona, sin tener que aparecer ni exponerse realmente”, afirma Ong. Y al encontrarse en comunidades LGBT+ —donde los círculos pueden ser más cerrados y las redes de citas más reducidas— la línea entre ruptura y seguimiento puede complicarse.
¿Cómo saber si estás siendo víctima de haunting? Las señales incluyen: un ex que revisa tus stories, comenta fuera de lugar, o sigue en contacto con amigos tuyos; también si siguen involucrados en tu círculo social, conservan objetos tuyos o simplemente permanecen presentes sin hablar. Entonces, ¿qué hacer? Se sugiere definir límites claros: silenciar, bloquear, pedir explicaciones. Y si eres tú quien está haciendo haunting, tomar distancia, reflexionar y volver a centrarse en el presente.
Para la comunidad LGBT+ esto es especialmente relevante: existir fuera del molde heteronormativo implica también estar atentes a nuevas formas de vulnerabilidad emocional en el mundo de las citas. Que te acechen desde la distancia, sin permiso ni consciencia, implica un ejercicio de autocuidado más profundo que “simplemente cortar”. Y no solo se trata del amor romántico: se trata de relaciones sanas, respetuosas y conscientes.
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